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our roots

Durante siglos, algunas ciudades del norte de España se han caracterizado por un estilo clásico y propio en el vestir. Los puertos de San Sebastián, Bilbao y Santander abrieron a sus gentes hacia el exterior y de las islas británicas llegaron tendencias y estilos que todavía perviven y sorprenden por su elegancia.

Marta de Codes abandonó en 2003 su profesión de farmacéutica para montar la primera tienda de complementos de niños en Madrid donde en sólo trece metros cuadrados, en pleno corazón del barrio de Salamanca, se recogen esas esencias. Unas tendencias que la uniformidad de la moda actual desdibujan y que ella pretende mantener vivas.

La decisión de dejar su carrera y crear su propio negocio fue fácil. Estaba convencida de que ese espíritu cultivado durante su infancia estaba sin explotar y cada verano en Santander se preguntaba por qué tenía que comprar allí los complementos para sus hijas; por qué en Madrid era imposible encontrar lo que ella buscaba. Y observaba con melancolía como aquella huella clásica de la moda infantil tan propia del Norte de España se estaba perdiendo.

“Patucos”, apodo con el que le llamaban de niña, es el proyecto empresarial donde Marta ha forjado este sueño, hoy hecho realidad. Uno de sus antepasados fue un visionario que, además de crear grandes empresas, inventó el baño de la ola en la playa del Sardinero en Santander; otro, un tozudo conde irlandés… ¿Tendrán algo que ver estos dos personajes emprendedores del siglo XIX con este sueño del siglo XXI?